Shuhari
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Shuhari
Shuhari (守破離) es un concepto propio de las artes marciales japonesas, y describe las etapas del aprendizaje hasta la maestría. A veces se aplica a otras disciplinas japonesas, como el go.
Shuhari se traduce aproximadamente como «primero aprender, después desprenderse y finalmente trascender.»
- shu(守): «Proteger», «obedecer» — sabiduría tradicional — técnicas fundamentales, heurística, proverbios.
- ha(破): «desapego», «desprendimiento» — ruptura con la tradición – desapego respecto a las ilusiones.
- ri(離): «Dejar», «separar», «trascender» — no se aplican técnicas ni proverbios, todos los movimientos son naturales; convertirse en uno con el espíritu sin aferrarse a las formas; transcender lo puramente físico.
En palabras del maestro de aikido Seishirō Endō:
«Es sabido que, cuándo aprendemos o nos entrenamos en algo, pasamos a través de las etapas de shu, ha, y ri. En shu, repetimos las formas y nos disciplinamos de modo que nuestros cuerpos absorban las formas que nuestros antecesores crearon. Seguimos fieles a estas formas sin desviación. Luego, en la etapa de ha, una vez nos hemos disciplinado para adquirir las formas y movimientos, hacemos innovaciones. En este proceso las formas pueden ser rotas y descartadas. Finalmente, en ri, nos libramos por completo de las formas, abrimos la puerta a la técnica creativa, y llegamos a un lugar en que actuamos de acuerdo con lo que nuestro corazón/mente desea, sin límites más allá de las leyes.»
El concepto de Shuhari fue presentado por primera vez por Fuhaku Kawakami como Jo-ha-kyū. Más adelante Zeami Motokiyo, el maestro de Noh, extendió este concepto a su baile como Shu-ha-ri, que a su vez devendría en parte de la filosofía del aikido y del arte marcial Shorinji Kempo.
El shuhari puede ser considerado como una serie de círculos concéntricos, con Shu dentro de Ha, y ambos dentro de Ri. Las técnicas fundamentales y el conocimiento no cambian.
Durante la fase Shu el estudiante tiene que seguir lealmente la instrucción de un solo profesor; el estudiante no está todavía a punto para explorar y comparar caminos diferentes.
Algunas artes marciales chinas, popularmente conocidas como Wushu, tienen un concepto similar de tres etapas hacia la Maestría:
- 地di (Tierra) Lo básico: experimentar movimientos en los niveles fundamentales.
- 人ren (Humano) A punto para aprender (algunos grandes maestros marciales chinos equiparan la entrada a este nivel con el cinturón negro 1.º Dan en el sistema de cinturones japonés).
- 天tian (Cielo) No hay pensamiento consciente, el movimiento fluye/se mueve como los elementos. Esta etapa lleva años de entrenamiento de manos de otros Grandes maestros.
Otra fuente: http://www.dojokuubukan.es/aiki_publis_shu_ha_ri.html
Shu
, Ha
, Ri
, el proceso educativo
Si hay algo que une a las Artes culturales y a las marciales (yo también añadiría a los artesanos) es Shu, Ha, Ri, es el proceso con mayúsculas; da igual la técnica, la forma, y el objetivo que tenga cualquier disciplina, tiene que ceñirse a estos conceptos para poder madurar y lograr la maestría.
En un comienzo, la rebeldía -a veces- y la indisciplina -otras-, por parte de los estudiantes les hace caer o ir a la deriva sin fruto año tras año. También hay que contemplar la fuerte resistencia mental que algunos poseen cuando su Sensei les trasmite su saber, y todo esto es producto de no ceñirse a Shu Ha Ri.
Cada uno de nosotros ha desarrollado un método propio para comunicar el Arte que imparte, algunos con más éxito que otros, eso más que nada está condicionado por la heurística, pero sea cual sea el procedimiento que se posea Shu Ha Ri lo engloba. Pienso que por parte de los educadores deben de ceñirse lo más posible a esa forma tradicional de enseñar; por parte de los alumnos, deben de aceptarla y asimilarla, porque les lleva desde el cauce al infinito cielo.
Muchas veces creemos que lo viejo no tiene vigencia en esta era tan tecnológica, pero recordemos el antiguo dicho confucionista:
“El que cuida lo que sabe de antiguo y aprende cosas nuevas, podrá llegar a ser un maestro”.
Si Shu Ha Ri es el círculo exterior; en el interior, -que es nuestro método particular-, es donde hay que ser muy creativos e innovar, esta cohabitación de lo ancestral y lo novedoso es lo que enriquece al Arte y lo presenta vigente. Por ejemplo, no se poseen los mismos conocimientos sobre la anatomía corporal ahora que en la edad media japonesa, eso hace que sepamos aprovechar hoy en día mejor sus recursos. Y cuando comprobamos como lo tajaban antaño con un sable, vemos que aún sin esos conocimientos que nosotros poseemos hoy, su forma es totalmente valida y muy desarrollada.
Shu, es el comienzo, el inicio; viene del verbo mamoru , proteger. Se puede leer shu por ejemplo en hoshu , conservador. Su por ejemplo rusu , estar ausente. Mamoru proteger, como por ejemplo, omamori , amuleto.
Lo primero que nos dice Shu es la protección, eso significa que debemos consagrarnos a la forma para que ésta nos proteja, nos de cobijo, pero ¿qué significa esa protección?.
Cuando se comienza un camino -que no se conoce por dónde discurre- nos acechan innumerables peligros, (ya de eso escribí en un artículo reciente titulado “La crisis en la práctica”), digamos que este tipo de riesgos mayoritariamente son externos, tienen que ver más que nada con nuestros valores y aptitudes antes las cosas: el Dojo, el Sensei, los compañeros, la práctica, etc.
Por otro lado están los internos, y ¿cuáles son esos? Nuestras resistencias mentales y físicas, ya que estas últimas nacen desde nuestro interior, a veces conscientes otras inconscientes.
Por eso es lo de “proteger”, en este caso de nosotros mismos, de nuestras resistencias para someternos a la forma correcta. Es un peligro evidente, -quizás por eso nadie le presta atención-, es decir, falta escucha propia.
Para nosotros en nuestro Dojo este periodo de iniciación se corresponde con los dos primeros métodos del aprendizaje: el método de dejarse llevar y el método sólido.
Dejarse llevar inicialmente es un papel prioritario para el estudiante, es decir, tiene que abrirse para que su Sensei le conduzca, le guíe en la forma.
Test para ver si estas realizando Shu:
– Te has aprendido la etiqueta para poder practicar correctamente.
– Dominas Seiza a nivel de base para que haya quietud con tu cuerpo y de esta manera puedas apreciar bien las
explicaciones.
– Conoces y distingues los términos técnicos para el nivel en el que estas actualmente.
– Cuando comienza la clase te aúnas física y mentalmente para el trabajo que se avecina.
– Miras con atención las explicaciones.
– Ves el detalle que el Sensei quiere que se trabaje.
– Sigues concentrado.
– Cuando reproduces el trabajo que se ha mostrado, ¿lo recuerdas?
– Respiras correctamente.
– Después de las cuatro primeras repeticiones, ¿sigues fiel al modelo que se mostró?
– Eres consciente cuando no lo haces.
– Si no lo recuerdas, ¿te paras para mirar al Sensei para corregirte? O por el contrario, sigues añadiendo lo que tú
crees que se debe hacer.
– Cuando termina la clase te concentras para asentar en tu cuerpo todo lo aprendido.
– Repasas con un compañero lo más que te costó.
– En la siguiente/s clase/s te has olvidado de las pautas que se dieron en la/s pasada/s sobre cada principio
que se trabajó.
– Las mantienes y añades a los siguientes detalles que el Sensei aporta.
– Notas en cada sesión que tus conocimientos sobre los principios que sabes, cada vez son más profundos.
– Tu cuerpo va por delante de tu intelecto en el saber de la Waza (técnica).
Ha, en Ha comienza el cambio; viene del verbo yaburu , romper; se puede leer Ha como por ejemplo en hakai , destrucción, demolición; en yaburu, yabureru , destruir, romper.
Shu fue un cauce que nos llevo nuestro tiempo introducirnos en él, después, fluir con él, para finalmente llegar a fundirnos con él; pero ahora, Ha representa una mutación, un cambio, o si lo preferimos llamar “el progreso”. El progreso es el signo 35 del I Ching, que se compone de: abajo tiene a la tierra, lo receptivo K´un, (eso es el trabajo que se ha hecho en Shu); arriba está el fuego, lo adherente Li, -que simboliza el trabajo por hacer-. El signo representa al sol que va elevándose sobre la tierra y por lo tanto iluminando a ésta.
La imagen es:
“El sol se eleva por sobre la tierra:
la imagen del Progreso.
Así el noble ilumina por sí solo sus claros talentos”.
Es una clara invitación para descubrir nuestras capacidades después de habernos formado sólidamente, por eso lo de romper, romper no se refiere a que se tire por la borda todo lo aprendido con mucho coraje y trabajo, no, todo lo contrario, esa es nuestra base para el crecimiento. Romper se puede interpretar aquí como arrojo, valentía, curiosidad, creatividad, etc. (eso es uno de los significados de Takemusu Aiki), si hay que romper algo, ese algo es con la manera de hacer hasta ese momento. Esta forma, antes estaba dentro de un cauce y ahora se torna más flexible, más fluida, no tan encajonada.
Por eso lo de “la perseverancia” y ésta siempre viene acompañada por la ventura. En las situaciones difíciles la calma y el sosiego es clave, si uno permanece fiel a lo esencial no hay falta.
Ha representa la investigación en la forma, eso por un lado, por el otro, comprobar propiamente que lo que nos decían -antes se acataba más por fe que por experiencia- es verdad, y lo más interesante, ¡se abren infinitas posibilidades! Es como una revelación.
La demolición es deshacer esa forma para ver lo que contiene, de que consta y lo que nos ofrece, indudablemente para realizar esta tarea es imperioso los conocimientos adquiridos previamente en Shu; es como desarmar un aparato y con esas piezas y añadiendo otras más, construir uno nuevo.
Test para ver si estas realizando Ha:
– Tienes bien asimilada la base.
– Cuando trabajas eres consciente de lo que haces.
– Sigues aún con una respiración correcta.
– Tienes calma mental.
– Cuando trabajas ves las otras posibilidades que se manifiestan.
– Las haces.
– Te adaptas a lo que hay.
– Te adaptas a uke-tori, tori-uke.
– Fluyes con lo que viene.
– Eres flexible en tu movimiento.
– Actúas con acción-reacción.
– Utilizas tu raciocinio para el trabajo.
– O das prioridad a la intuición.
– Estas libre de prejuicios técnicos.
– Eres creativo.
– Abandonas los principios.
– Te sientes centrado.
– Tienes libertad de movimiento.
– Estando fuera del Dojo (del edificio) reflexionas sobre la Waza.
Ri, representa la emancipación, la propiedad de la maestría; viene del verbo hanareru / hanasu , distanciarse, separar. Se puede leer Ri . como en betsuri , separación; o en hanareru , separarse.
Después de la investigación de Ha, Ri representa la distancia de Shu, es decir, de lo que fue la simiente, el origen, pero ahora es propio o con propiedad de aquel que lo hace. La figura que preside este estadio es el círculo, eso nos lleva a otra lectura: la vuelta al principio pero con una visión completamente iluminada.
Aquí pasa como en Ha con el aspecto de romper, -en este caso- “separarse”, esta toma de distancia no significa que no valen todos esos descubrimientos hechos, o la base que nos dio el nacimiento, todo lo contario, por esa razón y por ese soporte, ahora somos capaces de poder realizar ese alejamiento con capacidad, conocimiento y realización propia.
Más atrás comente la naturalidad, este estadio es pura naturalidad o el desarrollo de la misma. Algo que era ajeno pasa a ser propio, es una parte de nosotros, o si se prefiere, somos nosotros.
El proceso es pasar de -liquido- en Ha, a -gaseoso- en Ri, para ello es necesario tiempo, combustible y calor, o si se prefiere, dedicación, investigación y esfuerzo y el resultado es esa naturalidad de la que he hablado antes.
“Entra en la mente de tu adversario y guíalo por el camino que te ha indicado el cielo y la tierra. Pase lo que pase, aunque te encuentres cara a cara con la muerte, golpea como el trueno y vuela con más rapidez que el rayo. Mide la distancia (física y espiritual) entre el otro y tú manteniéndote centrado” (El corazón del Aikido, 2010, p. 94).
Conclusión
La tradición ha establecido la evolución desde hace mucho tiempo, depende de nosotros el desarrollarla o no. Dentro de las Artes marciales chinas existe un paralelismo parecido al que se ha descrito anteriormente.
Di , la Tierra, son los conceptos básicos que debe aprender el alumno -la forma-, eso sería Shu
Ren . Humano, es cuando el estudiante está listo para aprender y evolucionar, eso sería Ha. Y por último está,
Tian. Cielo, que equivaldría a un estado donde no hay ningún pensamiento consciente; los flujos o movimientos están basados y se hacen teniendo como inspiración a los elementos naturales.
Está en nosotros, ¡y solo en nosotros! El aprovechar el tiempo y los recursos que se nos brindan. Desaprovechar lo que hay a nuestro alcance por nuestras resistencias es malgastar la existencia tontamente, en palabras de Sankaracharia: “¿Hay alguien más estúpido que aquel que después de haber obtenido excepcionalmente un cuerpo humano, se deja llevar por la pereza y no hace el debido esfuerzo por realizar el verdadero propósito de esta vida?” (Viveka Chudamani, 1982, p. 30, v. 5).
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