Elegir Escuela y Maestro
Excelente artículo para reflexionar sobre la búsqueda de una Escuela de Karate-do, para comenzar a incursionar en el mundo del Budo. Una Escuela de Karate-do debe fomentar principalmente la salud, el conocimiento, la disciplina, generando personas de bien, fuertes mental, espiritual y físicamente!. Para leer y compartir!.
Después de haber decidido practicar Karate-do, descubres que en tu ciudad hay numerosas escuelas, y diferentes estilos. Escoger una buena Escuela es una tarea difícil, pero encontrar un maestro/a resulta en la mayoría de los casos una tarea ardua difícil. La gran mayoría nos interesamos por una u otra Escuela después del consejo de un amigo, consultar información en la red o revistas especializadas, ver una espectacular demostración-exhibición, o simplemente después de ver alguna de las muchas películas sobre el tema.
Habría que pensar que es muy extraño que muchos maestros quienes ni siquiera tienen 40 años, digan dominar ampliamente el arte del Karate-do, sus diferentes técnicas, y esos movimientos que nos explican supuestamente secretos. Es un hecho que todos, incluso alguien con mucho talento, necesitara muchos años para aprender y dominar este arte.
“Un maestro es aquel que te inspira confianza, que no se considera superior ni dentro ni fuera del dojo, que te enseña a comportarte y se preocupa por ti”.
Si te interesaste en Karate-do por ver una demostración o exhibición, ya tienes una idea aproximada de que clase de entrenamiento recibirás en esa Escuela. Si es un amigo quien esta entrenando en esa Escuela, tendrás seguramente una información mas confidencial.
«Un profesor te enseña, de un maestro se aprende. Todo depende de tu atención e intención».
Aquí te damos algunas sugerencias para elegir el maestro con quien deberías practicar. Un antiguo proverbio dice: «Un alumno necesita tres años para encontrar un buen maestro y un maestro necesita tres años para elegir un buen alumno”. Esto significa que debes tener cuidado en tu búsqueda de un maestro y no aceptar al primero como el mejor. Un maestro te mostrará el camino mientras que un mal maestro te va a confundir. Un maestro va a tener paciencia en buscar un buen alumno. “Es mejor enseñar a un buen alumno que a diez malos”.
“Un maestro es aquel que vive tal como es, que predica con el ejemplo, que es un ejemplo de aquello que enseña o sencillamente cree”.
Debes conocer los antecedentes y el origen del estilo que vas a aprender, más cuando quieres aprender un estilo tradicional. También es importante que conozcas detalles de tu maestro (sus maestros, años de práctica, grado, etc…). Si puedes encontrar esta información rápida, estas en el buen camino. Un maestro no tiene nada que esconder y te dará respuestas honestas que es más importante que el fondo mismo. Un maestro que aunque no tenga una gran base, puede ser un buen maestro si es sincero, modesto y honesto. La moral es la base de los grandes maestros, no solo el conocimiento.
Es importante saber de tu maestro qué tanto de su conocimiento va a impartir. Muchas veces sucede que el maestro estudió pocos años con sus maestros y por eso enseña muy poco, porque no entiende lo que está enseñando. Un maestro nunca duda en enseñar, por lo menos que el alumno vaya por el buen camino. Un maestro espera de sus alumnos que, sean mejores que él mismo. Claro, si el maestro sigue desarrollándose y practicando, será muy difícil para el alumno alcanzarlo. Probablemente será posible cuando el alumno entrene durante años.
Si el maestro es modesto estará siempre abierto a nuevas fuentes de conocimiento. Puedes también juzgar por él numero de seminarios y entrenamientos en los que toma parte, y él numero de especialistas que invita a los entrenamientos, si entrena con sus alumnos o es demasiado orgulloso para hacerlo.
Incluso si el conocimiento viene de libros y videos, podría ser la única fuente disponible y entonces sería aceptable, pero él debe ser honesto frente a sus alumnos.
Un maestro, después de años de entrenamiento, debe de tener una buena moralidad y código de comportamiento. Debe tener su propia opinión de las cosas y del mundo, una filosofía de vida. Cuando aprendes de un maestro no solo aprendes su conocimiento sino también su ideología. Deberías aprender todas estas cosas de tu maestro para llegar a vivir mejor. En la China antigua el alumno se quedaba a vivir con el maestro y le servía como a su propio padre. Así practicaban el arte marcial y un estilo de vida juntos.
«Un buen maestro es aquél que actúa como un buen médico: sabe observar correctamente tu «enfermedad» y sabe qué medicina aplicar. Una vez estás curado te deja libre. Todo lo contrario de muchos «otros maestrillos» que actúan no como médicos, sino como sacerdotes de pueblos, que desean tenerte atado eternamente «al rebaño» sin posibilidad de escape, con toda una lista de pecados y mandamientos que cumplir. Incluso después de tu muerte, les sigues perteneciendo».
Para terminar piensa en el hecho de que el maestro que vas a elegir probablemente no será el Gran Maestro, pero mientras siga entrenando y sea modesto, tal vez un día lo sea. También deberás entender que un maestro conocido no siempre es mejor que un maestro desconocido. El maestro conocido podría ser conocido por su mala reputación. Abre tus ojos y orejas, piénsalo bien y analiza con paciencia lo que ves y escuchas. Seguramente encontraras un buen maestro.
«Un Maestro debe ser, algo así como sencillo… incluso al principio dudas de que sepa lo que sabe, alejado de posturas «místicas» a tal punto que esos que buscan «al guía» se van decepcionados. En la práctica hace fácil lo difícil, crea un ambiente agradable incluso en la seriedad del combate la sonrisa está presente. Da las herramientas y ejemplifica cómo se pueden utilizar, pero te deja (y te «obliga» llegado el momento) a que las uses a tu manera y pasados los años, siempre, siempre te sorprende con algo nuevo. Te da la pauta de que todo lo que ocurre en el entrenamiento puede tener una relación con el resto de facetas de nuestra vida, pero es uno el que elige el compromiso de andar ese camino. Ah! y me olvidaba… es el que te da un golpe cuando lo pides, incluso cuando no, pero resultaba que lo necesitabas…».
A continuación te damos algunos consejos para que esa ardua elección posibilite que sea algo más sencilla:
CUANDO RECHAZAR…
Cuando el supuesto maestro/a no está respaldado por los organismos oficiales o maestros de talla reconocida.
Cuando por medio de la exhibición se recrea frecuentemente en su lucimiento personal.
Cuando no demuestra una educación ejemplar o toma decisiones deportivas y morales poco racionales en general, cuando su comportamiento es poco ortodoxo.
Cuando habitualmente se demora en las clases o acostumbra con asiduidad a no ir a ellas.
Cuando se expresa con poca claridad, no siendo asimiladas con facilidad sus teorías o explicaciones.
Cuando quiere adquirir el respeto por la fuerza (maltratando o golpeando al alumno), intimidándolo de esta manera para demostrar su superioridad.
Cuando permite excesos de confianza provocando situaciones límites y vulgares.
Cuando como norma generaliza sus clases sin tener en cuenta las condiciones físicas y grados de los alumnos.
Cuando carece de humildad, ocultando a través de la pedantería, desdén o egolatría su propia ignorancia.
Cuando es incapaz de seguir un método ordenado, ya que todo buen sistema de enseñanza, necesita fundamentarse en los principios del saber para escalar con la garantía de no desandar lo andado.
COMO ELEGIR…
Para proyectarnos adecuadamente en nuestra propia formación, es primordial asesorarse en medios oficiales o bien por personas debidamente informadas de la categoría del que va a instruirnos. A menos que se cumpla el primer apartado, nunca elegiremos a un maestro/a por la simple razón de que este se encuentre cerca de nuestra casa.
Antes de matricularse vea alguna clase y observe si hay seriedad en ellas.
Es aconsejable antes de inscribirse dialogar con el que va a ser nuestro maestro/a, valorando la entrevista dependiendo de las exigencias de cada uno.
Siempre y cuando sea posible no debe influir el factor económico, ya que esté condicionante no sólo nos perjudicará en nuestra preparación sino que además a largo plazo nos resultará mucho más costoso.
No son abundantes los instructores que con pocos años de práctica enseñen notablemente, por lo que se recomienda que el maestro tenga algunos años de experiencia.
Los Danes o grados no deben servir de base para elegir el maestro. Lamentablemente aunque en muchos casos sí coinciden la graduación con el nivel, en otros muchos no tienen ninguna relación.
No cometa el desacierto común de elegir a un maestro por sus rasgos orientales ya que tanto en Oriente como Occidente hay buenos y malos maestros. No regatee tiempo ni esfuerzo a la hora de seleccionar un maestro.
No olvide que una elección precipitada puede conducir en muchos casos a decisiones erróneas.
Una vez que hayamos elegido el maestro/a recuerde que el éxito para progresar está en la continuidad con el mismo. Procure evitar cambiar por cambiar, pues las discrepancias que hay en los métodos de enseñanza pueden confundir al alumno e incluso hacer que éste lo deje.
«No voy a mostrarte mi arte. Voy a compartirlo contigo. Si te lo mostrase sería sólo una exhibición y con el tiempo se perdería en algún rincón de tu mente. Pero si lo compartimos no sólo lo retendrás siempre, sino que también yo avanzaré».
“La práctica del Karate-Do, como la de cualquier arte, requiere rigor e intuición, disciplina y libertad. Un plan de entrenamiento en Karate-Do no es nunca una camisa de fuerza impuesta por el maestro al alumno, sólo una garantía para no extraviarse”.
Tenemos la confianza y seguridad, que si tienes en cuenta estos consejos, tu elección será la correcta. Y sin ninguna duda estudiaras en una buena escuela de Karate-do y practicarás con un buen maestro.
¡¡¡Suerte!!!.
“Una Escuela de karate-Do debe fomentar la salud, el espíritu, el conocimiento, la disciplina, y el deporte, para todas aquellas personas que deseen formar parte de ella. Un camino que está lleno de sabiduría en donde niños, jóvenes y adultos incorporan el Karate-Do como un estilo de vida….”
Fuente: https://www.facebook.com/karateBCN/photos/a.1557183534510627/2925116517717315/
Autor: Karate BCN
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