El PAPEL de los PADRES en el ENTRENAMIENTO de KARATE y las ARTES MARCIALES
Interesante artículo para leer, es largo pero vale la pena llegar al final.
«Se necesita un año para poblar un bosque, 16 años para ver la belleza de un árbol y 50 años para hacer un hombre».
Este viejo proverbio oriental afirma que para desarrollar a un hombre de carácter y sabiduría, la preparación y la educación deben empezar cuando el niño es pequeño. La madre es responsable de la forma de pensar de la criatura, su tipo de dieta y de su correcto descanso y ejercicio. Esto es debido a los aspectos físicos y mentales que los relacionan, ella lleva una nueva vida dentro de sí. Todos nacemos como posibles santos o animales. La ruta que elijamos depende de la educación y el tipo de ambiente e influencias que recibimos durante nuestro período de crecimiento, ya que cada individuo no es más que el producto de su educación, la honestidad de su corazón y la fuerza de su cuerpo.
Los padres tienen la principal responsabilidad de la educación de los hijos. Cada niño necesita dirección y disciplina. La disciplina aúna muchos hábitos buenos que determinarán el destino de un joven. Muchos padres hoy día no creen que sus hijos deban hacer nada en contra de su voluntad. Mi pregunta es: ¿son los críos capaces de tomar decisiones importantes en lo que respecta a lo bueno y a lo malo en relación a su futuro? Por supuesto, la respuesta es no.
Los padres tienen un papel importante en nuestra sociedad. Son responsables de hacer que sus hijos actúen de forma correcta para obtener un cierto bienestar en su futuro. Esto debe hacerse mediante una corrección continua y una enseñanza directa, un razonamiento e incluso un castigo si fuera necesario. Por ejemplo, la mayoría de los críos no desean cepillarse los dientes hasta que adquieren el hábito de hacerlo. ¿Permitiríamos a nuestros propios hijos que tomaran su propia decisión con respecto al cepillado de sus dientes? ¿Dejaríamos que nuestros hijos decidieran si deben ir o no ir a la escuela? Por supuesto que no.
Los padres son responsables de la dirección, guía, disciplina y motivación de sus hijos para que estos den lo mejor de sí mismos basándose en lo que es, a priori, bueno para su futuro. Los padres pueden entender que los niños son, por regla general, mucho más inteligentes de lo que ellos piensan. Muy a menudo no se dan cuenta del nivel de inteligencia de las criaturas. Los familiares deben vigilar constantemente una serie de facetas que pueden distraer a sus hijos del modelo correcto de crecimiento.
Cuando uno de mis estudiantes, Xavier, empezó sus clases de karate cuando tenía 14 años, recuerdo decirle que las clases, en nuestro dojo, requerían puntualidad y que era muy importante que cumpliese con esta norma. Los primeros dos meses, cumplió la regla de forma impecable. Un día, sin embargo, de manera intencionada se distrajo en el vestuario y llegó a clase cinco minutos tarde. Le dije que había roto las reglas y que debería pagar un precio por ello. Le hice permanecer de pie durante cinco minutos en una esquina del dojo sin poder actuar en su clase, puesto que ese había sido el tiempo que se había retrasado. Lo hice por su propio bien.
Cuando terminó su castigo, nos sentamos y razonamos. Le dije que, como sensei, mi deber más importante era educar a mis estudiantes de la forma correcta. Entonces le di un abrazo y le dije «quiero que sepas que te aprecio mucho». Hasta este día, él nunca ha vuelto a llegar tarde a clase, de hecho, generalmente intenta estar diez minutos antes de la hora.
Es muy importante no enojarse con los jóvenes alumnos cuando uno les infringe un castigo. Todos ellos necesitan recibir afecto, al igual que los hijos necesitan recibir el amor de una madre o un padre, pero con firmeza. Esto es vital para la disciplina mental de los estudiantes de karate, al igual que la de los hijos.
Si yo hubiera ignorado el retraso de Xavier aquel día, estoy seguro de que podría haber empezado a llegar a clase quince minutos más tarde, después treinta minutos y, finalmente, no entraría a clase. Lo que intenté demostrarle es que no iba a cuestionarme o romper las reglas del dojo.
La inclinación por las cosas fáciles es algo innato a la naturaleza humana. Los hijos, los niños pequeños, se inclinan aún más por esto debido a que no son capaces de saber siempre lo que es mejor para su futuro. Es muy importante para los padres amar a sus hijos pero han de ser firmes con ellos siempre que sea necesario. Recuerda, el regalo más valioso que podemos dar a nuestros hijos es un sistema de hábitos correctos a través de la disciplina en su educación diaria.
Hoy día, hay muchos niños que viven con uno de sus padres, normalmente bajo la custodia de la madre. Estoy seguro de que todos estarán de acuerdo conmigo en que los niños necesitan el amor y cuidados tanto del padre como de la madre para tener una guía equilibrada. Estoy seguro de que los hijos de padres separados podrán recibir una gran ayuda en el entrenamiento de las artes marciales. Echando un vistazo hacia atrás en mis más de 35 años de experiencia enseñando, he encontrado que estos normalmente muestran mucho más afecto por sus instructores que lo que suelen hacer los niños que viven con ambos padres. Esto confirma la idea de que estos niños echan de menos la figura del padre. Si, como padres, dominamos el arte de enseñar a nuestros hijos a obedecer correctamente, estoy seguro de que contribuiremos a una sociedad mucho más feliz. Necesitamos enseñar a los hijos la obediencia a sus padres en casa y a sus profesores en la escuela. Los padres no deben enseñar únicamente con palabras, sino también con ejemplos, con nuestro ejemplo diario. Una regla de oro de la correcta guía a un hijo es la corrección, no con furia, sino con una sonrisa, hasta que la criatura vea esto como algo natural y llegue a formar un hábito correcto.
Para el crecimiento físico del cuerpo de un niño, tanto ella como él deben comer buena comida, beber agua fresca y respirar aire limpio. Para el crecimiento de la mente, deben alimentarse con buenas palabras, las cuales son necesarias para sensibilizar la conciencia y guiar a los hijos por el camino correcto. Los niños deben aprender a guiarse por su conciencia más que por sus instintos en sus decisiones diarias. La verdad está en nuestro sentido común consciente. Si comprendemos que nuestra mente es el maestro de nuestro cuerpo, estaremos de acuerdo en que las palabras de la verdad (la comida maestra) deben alimentar a nuestros hijos diariamente, de la misma forma que les alimentamos con tres comidas diarias.
Benjamín Franklin escribió una vez:
«Creo que la virtud general suele obtenerse más de la educación de los jóvenes que de corregir a personas adultas; los malos hábitos y vicios de la mente llegan a ser enfermedades del cuerpo que pueden prevenirse con mayor facilidad en la juventud que en la edad adulta».
Nosotros, como artistas marciales, tenemos una gran influencia sobre la juventud. Debemos disciplinar a los estudiantes jóvenes y enseñarles, a través de las artes marciales, a obedecer a sus padres y profesores. Enseñémosles, entonces, las palabras de la verdad y del sentido común.
Los niños necesitan sentirse motivados a través de programas con incentivos. Por ejemplo, hace algunos años anuncié que se necesitaría una calificación nueva para la obtención del cinturón negro y que ésta consistiría en obtener, al menos, el aprobado en todas las asignaturas de la escuela. Esto era un requisito para todos los estudiantes de la escuela primaria y secundaria. Si algún estudiante obtenía en sus calificaciones finales más de tres sobresalientes, sería invitado por mí a una merienda. Este programa fue la mejor idea que jamás he desarrollado para mejorar el rendimiento de mis jóvenes alumnos y mi negocio. El resultado fueron muchos padres y estudiantes felices.
Sugiero que todos los artistas marciales prueben este programa. Confío en que se sentirán muy felices con los resultados, y llegaremos a producir futuros líderes en todos los países del mundo a través del entrenamiento en las artes marciales.
Existe un viejo proverbio que dice:
«Es menos doloroso disciplinar a un niño cuando es pequeño que llorar sobre uno que se ha echado a perder».
KarateBCN
Fuente: https://www.facebook.com/karateBCN/posts/2472943892934582?__tn__=K-R
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