Kata . . . . Una llave o un cerrojo
Fuente: https://wordpress.com/read/blogs/70715698/posts/20004
Este artículo se acerca en sus conceptos a la visión del trabajo que venimos realizando en el grupo de «Estudio de Kata».
Nos muestra la opinión de Hironori Otsuka Sensei de Wado Ryu.
Espero que éste artículo ayude a una mejor comprensión de nuestro trabajo.
Kata…. Una llave o un cerrojo
Como lector de este artículo, es bastante improbable que usted sea de la clase de artista marcial que considera que los katas no son nada más que combinaciones de patadas, golpes y paradas, movimientos individuales que sólo tienen un único “bunkai tradicional” que no puede ser cuestionado ni cambiado. Puede haber poca duda de que semejante forma de pensar es muy restrictiva y limita severamente lo que los katas tienen que ofrecer. Cuando vemos el kata de esa forma, se convierte de hecho en una “prisión marcial”.
El kata debería ser algo que libera, no algo que restringe. Para mí, uno de esos momentos “¡Eureka!” fue la primera vez que leí el siguiente extracto del libro “Wado-Ryu Karate” del Maestro Hironori Otsuka:
“Es obvio que estos katas deben ser practicados y entrenados lo suficiente, pero uno no debe estar “atascado” en ellos. Uno debe apartarse del kata para producir formas sin límites o de otro modo llega a ser inútil. Es importante alterar la forma del kata entrenado sin vacilación para producir otras incontables formas de entrenamiento. Esencialmente, es un hábito – creado a lo largo de amplios periodos de entrenamiento. Porque es un hábito, cobra vida sin vacilación – por la mente subconsciente.” (Wado-Ryu Karate: páginas 19-20)
Otsuka nos está diciendo que no quedemos apresados por el kata, sino que lo cambiemos sin vacilación, para asegurarnos de que no tiene límites y para expresarlo de muchas maneras. En la mayoría de dojos de hoy la idea de cambiar algo – y mucho menos algo tan “sagrado” como el kata – ¡se consideraría herejía! Sin embargo aquí tenemos a uno de los principales artífices de la fundación del Karate moderno diciéndonos que debemos adaptar y variar nuestras formas y sus aplicaciones o de otro modo “llega a ser inútil”.
Enfocar el kata de una forma no restringida no significa que de repente “todo vale”. Todavía necesitamos asegurarnos de que hemos practicado y entendido suficientemente la fijada “forma individual” (parafraseando a Otsuka) pero habiéndolo hecho no deberíamos pasar entonces el resto de nuestras vidas repasando siempre lo mismo. Deberíamos mantenernos fieles a la esencia del kata e integrar sus principios en nuestro subconsciente de manera que puede que podamos expresarlos de innumerables formas. No obstante, hay un peligro aquí.
Ahora un creciente número de karatekas aceptan la postura de que el kata puede aplicarse de muchas maneras distintas, pero las viejas costumbres a menudo regresan. Los egos resurgen rápidamente y lo que empezó como “puedes explorar y aplicar los katas de muchas maneras” pronto se convierte en “puedes explorar y aplicar el kata de la forma que nosotros lo hacemos. ¡Y cualquiera que no lo haga así se equivoca!” ¡Con este tipo de actitud tenemos restricción enmascarada como libertad!
Debemos mantenernos fieles a los conceptos combativos fundamentales plasmados en los katas si queremos ser luchadores efectivos. Sin embargo, desde mi punto de vista, todos somos individuos únicos y por lo tanto las formas exactas en las que aplicamos los conceptos de los katas serán únicas para nosotros. Un buen instructor no impondrá su forma de aplicar kata a sus alumnos. Les enseñará los katas, les enseñará cómo “leerlos”, cómo pelear de acuerdo a los principios de los katas, pero dejará la expresión combativa individual del kata a los propios alumnos.
Durante mi tiempo en el Karate nunca he encontrado un enfoque del kata – aparte del mío propio y personal – que fuera también válido para mí, y dudo que usted lo haga. No me malinterpreten, hay algún material muy bueno ahí fuera que indudablemente mejorará su comprensión del kata y su capacidad para aplicarlo en combate, pero difícilmente encontrará todas SUS respuestas en un solo sitio. Con respecto a mi propio trabajo, ciertamente no puedo afirmar tener todas las respuestas para usted como individuo. Tengo un enfoque que a mí me ha valido, y espero que aspectos del mismo sean válidos para usted también. Sin embargo, usted no es yo (tampoco ninguna otra persona) y es por consiguiente inevitable que se necesiten modificaciones si pretende expresar los katas de la mejor manera para usted como individuo.
La actitud de “¡Ésta es la única forma de hacerlo!” que está presente en algunas partes de la comunidad del Karate “tradicional” se extiende con demasiada facilidad a aquellos que desean estudiar kata en mayor profundidad. El kata en ningún momento debería intentar hacer de usted un clon de su instructor. Deseamos obviamente emular sus puntos más fuertes, pero todos debemos tener la libertad de asegurar que podemos explorar el kata completamente y de una forma que sea válida para nosotros como individuos únicos que somos.
Como analogía, supongamos que pudiera aprender a pintar de Leonardo Da Vinci, y como parte del proceso le hiciera recrear la Mona Lisa. No hay duda de que él es un gran artista, es una gran obra de arte, y ser capaz de recrear una gran obra como la Mona Lisa requiere considerable habilidad. Al hacer eso, aprenderá todo sobre los conceptos fundamentales para pintar retratos, y cómo utilizar con eficacia esos conceptos. No obstante, ¿sería el Sr. Da Vinci un buen profesor si insistiera en que sólo continuara recreando sus propios trabajos? O, como estoy seguro estará de acuerdo conmigo, ¿sería un profesor mejor si dijera “coge lo que has aprendido a través del estudio de mis creaciones y crea arte que sea únicamente tuyo”? También, usted sería un alumno bastante pobre si sólo llegara a producir copias del trabajo de su profesor ya que eso muestra que los conceptos subyacentes no han sido comprendidos (entiende la técnica, pero no los conceptos que la originaron).
Puede que sea una buena idea aclarar en este punto que al apoyar la “libertad de expresión” en las artes marciales, no estoy apoyando a aquellos que “crean sus propios estilos” etc. sin tener la experiencia o el talento para hacerlo. No es “libertad para todos”. Todavía necesitamos asegurarnos de que aprendemos los fundamentos de un buen profesor antes de ganarnos el derecho a expresar esos fundamentos a nuestro propio modo (de otra forma, ¡¿qué vas a expresar?!).
Otra forma de pensamiento restrictivo es la estricta fidelidad a la práctica “histórica o tradicional”. ¡Un renombrado maestro del pasado o un texto muy valioso que muestre un movimiento siendo aplicado de una determinada manera no significa que a usted sólo le esté “permitido” utilizar esa acción exactamente de esa misma manera! Usted tiene que aplicar los conceptos y las técnicas del kata de la forma que funcione mejor para usted. Puede que la “forma histórica/tradicional” SEA la mejor para usted, ¡si es así estupendo! Pero si usted tuviera otra forma de aplicar una técnica o concepto que es más adecuada para usted como individuo, debería entonces aferrarse a ella y abandonar la “histórica o tradicional”. La única medida válida es aquella de la efectividad en combate.
Aunque encuentro la historia de las diversas artes extremadamente interesante, no soy un historiador. Soy primero y lo más importante un pragmatista. Alguna compresión de la historia y desarrollo de los katas es importante si queremos ser capaces de entenderlos en su contexto correcto, pero nunca deberíamos dejar que la historia se interpusiera en los aspectos prácticos. Si en ocasiones interpretamos y hacemos uso de los katas de un modo diferente al de los artistas marciales del pasado, entonces que así sea. Cómo utilizaban los katas los artistas marciales del pasado nunca debería ser una barrera para nuestro progreso. Deberíamos evitar el potencialmente restrictivo dogma de “historia y tradición” y asegurarnos de que nos mantenemos fieles a la tradición esencial del pragmatismo. Quizá paradójicamente, estoy seguro de que es este enfoque aquel que los maestros del pasado desearían que adoptáramos.
Lo que realmente cuenta es lo bien que NOSOTROS podamos aplicar las técnicas y conceptos del kata. Si las aplicamos exactamente de la misma manera que otro artista marcial, del pasado o del presente, es en el mejor de los casos una irrelevancia y en el peor un desgaste de nuestro potencial personal. Creo que vale la pena enfatizar que, en mi opinión, no estamos abandonando la tradición por estar preparados para examinar formas alternativas de utilizar los katas. Después de todo, tiene sentido que los formuladores de los katas desearan registrar conceptos clave y acciones que pueden ser aplicados de muchas formas diferentes y en diversas situaciones ya que esta sería una forma de entrenar muy eficiente. La otra opción sería intentar registrar innumerables técnicas para una innumerable cantidad de posibles situaciones, lo cual sería extremadamente poco práctico. Como es evidente por la longitud de los katas (¡todos tienen un punto en el que terminan!), parece que los creadores de los katas optaron por el enfoque de acciones y conceptos clave. Examinando estos conceptos y acciones, y aprendiendo a aplicarlos de una forma que sea válida para nosotros, ¡lo más probable es que estemos utilizando los katas de la forma que realmente sus creadores pretendían!
Además de evitar instrucción tiránica y dogma histórico, necesita también estar seguro de que no se aprisiona a usted mismo; citando a Eric Hoffer: “Cuando las personas son libres para hacer lo que les place, normalmente se imitan unas a otras.” Si usted acepta que tenemos que expresar las formas (las técnicas, conceptos y principios que encarnan) de una manera que sea consistentemente válida para nosotros como individuos únicos, tenemos que aceptar también que la responsabilidad para hacer funcionar nuestra expresión también yace en nosotros como individuos (aún así un buen instructor proporcionará orientación). Esta responsabilidad puede resultar incómoda para algunos y esa es la razón por la que prefieren intentar hacerse a ellos mismos una copia exacta de otro de forma que subconscientemente sienten que la responsabilidad yace en la persona imitada. Esta evasión de responsabilidad es extremadamente común.
El kata debería proporcionar la información para asegurar que su Karate funcionará para usted. Debería ser la “llave” que asegure que posee la libertad y conocimiento para desarrollar sus habilidades combativas en consonancia con sus propios y únicos puntos fuertes, debilidades y preferencias. Y aunque definitivamente necesitamos la orientación de nuestros superiores e iguales, debemos asegurarnos de que no nos permitimos a nosotros mismos tener la visión restringida o nuestras posibilidades limitadas.
Iain Abernethy
Fuente:
“Kata: a Lock or a Key?”
Traducción al castellano: Víctor López Bondía [Con la autorización de Iain Abernethy]
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